A comienzos de enero, desde la Fundación alertamos a las autoridades competentes sobre una serie de graves riesgos eléctricos presentes en un camping de Córdoba. Esto permitió que dichas autoridades pudieran actuar a tiempo para evitar siniestros y poner a salvo a las personas.
Como ciudadanos, podemos ser parte activa en este tipo de situaciones relevando los peligros que veamos, especialmente en aquellos espacios de acceso público de gran concurrencia, como: campings, balnearios, plazas, etc. Para esto, es importante estar atentos e identificar este tipo de situaciones.
Algunos de los peligros que se identificaron en el camping antes mencionado fueron: cables expuestos, cables expuestos sobre el piso, uso de zapatillas fijas para la toma de electricidad, cajas térmicas sin tapa, columnas de alumbrado con riesgos eléctricos, etc. Este tipo de situaciones representan un riesgo inminente de descargas eléctricas para los concurrentes de ese lugar, especialmente para los más pequeños que no saben identificar este tipo de riesgos.
El mantenimiento y la adecuación a normativa de los espacios de acceso público es fundamental y la seguridad de las personas que los visitan debiera ser una prioridad no sólo para los encargados de gestionar el espacio, sino también para cada ciudadano y ciudadana que se encuentre allí, pudiendo dar aviso a quien corresponda de las situaciones peligrosas que pueda identificar. Desde nuestro sitio web (www.relevandopeligros.org) es posible relevar los peligros con una foto del mismo y la dirección exacta del lugar para que gestionemos su solución con el ente correspondiente.
Hoy se encuentra en plena vigencia la ley provincial de Seguridad Eléctrica N° 10.281, convertir a los espacios -tanto privados como públicos y de acceso público – en lugares libres de riesgos eléctricos es una responsabilidad que debemos asumir de manera colectiva y comunitaria, cada uno cumpliendo su rol dentro de la sociedad.
En este 2025 invitamos a ser ciudadanos y ciudadanas activos, comprometidos con la seguridad propia, la de nuestra familia y la de la comunidad en la que vivimos.