En esta semana, trascendió la noticia de que un niño de tres años falleció tras electrocutarse. ¿La causa? Algo que muchos hacemos en nuestras casas: el cargador de un celular enchufado.
Tras completarse la carga, la mamá del niño retiró su teléfono, pero olvidó también retirar el cargador de la toma eléctrica. El pequeño llevó el extremo del cargador a la boca, e instantáneamente recibió una descarga eléctrica que le ocasionó un paro cardiorrespiratorio. Lamentablemente, tras intentar reanimarlo, el niño falleció.
Desde nuestro rol de concientización y capacitación, insistimos en que la responsabilidad parte de la acción individual. Pequeños actos a los que estamos acostumbrados, pueden significar un gran peligro. Para evitar riesgos domésticos, debemos ser conscientes de nuestros hábitos.
#LaResponsabilidadEsDeTodos