Desde la Fundación Relevando Peligros, hemos emitido una grave advertencia sobre las condiciones de riesgo eléctrico que constatamos en instalaciones provisorias montadas en festivales y eventos masivos al aire libre. Nuestros análisis técnicos de dichas instalaciones temporales concluyen que son NO APTAS desde el punto de vista de la seguridad eléctrica, ya que evidencian una falta de responsabilidad, profesionalismo y criterio elemental en su diseño y montaje.
En nuestro trabajo, que pone énfasis en la concientización para evitar siniestros, verificamos fallas que constituyen un riesgo inaceptable para la ciudadanía, incluyendo la accesibilidad a partes activas (es decir con corriente eléctrica), la carencia de protección mecánica en cables expuestos y tendidos desordenados que elevan la probabilidad de: electrocución, descarga eléctrica e incendio. Lo más alarmante es que son nuestras infancias quienes se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad debido a su desconocimiento sobre los posibles riesgos.
La Ley 10.281 de Seguridad Eléctrica designa al ERSeP como el ente de contralor responsable en la provincia de Córdoba. No obstante, debido a que estos eventos tienen una duración limitada y las intervenciones del ERSeP ocurren por denuncia, hemos verificado que las acciones de control llegan “muy tarde”. De cara a estos riesgos, exigimos que, antes del inicio de cualquier festival, los organizadores presenten ante el ERSeP, el municipio, empresa o cooperativa prestadora de energía una Certificación de Instalación Eléctrica Apta firmada por un profesional electricista que certifique las instalaciones eléctricas, el punto de conexión y medición de dicho espacio se encuentren ejecutados conforme a lo que dispone nuestra ley. Solo así se puede garantizar el cumplimiento de los estándares de seguridad.
Entonces nos cuestionamos: ¿Por qué siempre se llega tarde con los controles cuando el riesgo está a la vista? ¿Quién toma la responsabilidad para evitar ponernos en riesgo? Si hubiera una víctima fatal… ¿Quién sería el responsable ? ¿Los organizadores? ¿El ERSeP? ¿El Municipio ? ¿La prestadora de energía ? ¿O la sociedad entera jugando el juego del distraído? ¿Por qué no llegamos ANTES en exigir y verificar el cumplimiento de los estándares mínimos de seguridad para proteger a la comunidad y, en particular, a las infancias? La realidad es que existe una cadena de responsabilidades en la cual cada quien debe asumir la suya.
Análisis del informe técnico
Para evaluar estas instalaciones, utilizamos como referencia la Reglamentación AEA 90364 de la Asociación Electrotécnica Argentina, específicamente la Sección 711, que define los criterios técnicos para las instalaciones en ferias, exposiciones y eventos temporarios, buscando garantizar la seguridad de las personas. Esta normativa exige que las instalaciones temporarias se ejecuten de modo que no constituyan peligro y que los conductores estén protegidos contra esfuerzos mecánicos como pisadas y golpes, además de restringir el acceso a partes bajo tensión. A nivel provincial, la Ley 10.281 de Seguridad Eléctrica determina que municipios y comunas deben ejecutar las instalaciones nuevas bajo esta normativa y, a la vez, que deben adecuar las instalaciones existentes en vía pública, exigiendo su certificación.






En nuestros informes técnicos sobre seguridad eléctrica en instalaciones provisorias, hemos relevado una serie de peligros concretos:
- Cables en zonas de circulación y sin protección: constatamos tendidos de cable flexible suelto sobre el suelo, incluyendo veredas y césped, en sectores de tránsito intenso. Verificamos la ausencia total de protección mecánica (como rampas pasacables o mangueras reforzadas), lo que incrementa el riesgo de daño en la aislación y de accidentes por tropiezo y caída.
- Conexiones y tomas expuestas: documentamos que los módulos de conexión o tomas múltiples están apoyados directamente sobre el piso sin la envolvente de protección apta para intemperie, condición inadecuada para uso público.
- Tableros accesibles al público: notamos la presencia de tableros metálicos montados a baja altura, con la puerta abierta, sin cerradura ni bloqueo efectivo. Esta situación expone bornes y conductores a la manipulación de personas no autorizadas, incluidos niños, y al ingreso de factores ambientales como el agua.
- Cableado desordenado y sin sujeción: vimos cables saliendo de tableros sin prensa cables ni bujes de protección, y rollos de cable sobrante apoyados directamente sobre el césped. Estos bucles de cable incrementan el riesgo de recalentamiento y constituyen un riesgo de tropiezo.
- Derivaciones aéreas improvisadas: verificamos cajas de distribución elevadas con la puerta completamente abierta, exponiendo interruptores termomagnéticos y borneras a la intemperie. También relevamos derivaciones aéreas desordenadas en la cúspide de los postes, con cables cruzados, lo que compromete la confiabilidad y aumenta el riesgo de incendio por conexiones deficientes.
Las personas estamos expuestas a este escenario de inseguridad eléctrica y más aún los niños corriendo y pisando los cables sueltos que hemos documentado agrava la condición de riesgo, evidenciando que el peligro es altamente potencial para las infancias en estos eventos.